Un sentimiento de profundo pero singularísimo afecto me inspiraba mi amigo Julian.Llegue a conocerlo por casualidad este año, y desde nuestro primer encuentro mi alma ardió con fuego hasta entonces desconocido; pero el fuego era de Eros , y amargoy torturador para mi espíritu fue la convicción gradual de que en modo alguno podía definir su carácter insólito o regular su vaga intensidad….
No hay comentarios:
Publicar un comentario